Los transportistas, las empresas y los particulares de los Países Bajos consumen cada vez más Biogás. Cada vez hay más gas verde disponible en el país y el número de coches que pueden funcionar con bioCNG seguirá creciendo en los próximos años, al igual que el número de estaciones de servicio.

En los Países Bajos, el gas verde (bio-GNC) y el bio-GNL se fabrican a partir de flujos de residuos (biomasa) como lodos de depuradora, gas de vertedero (gas procedente de residuos o basuras depositados en vertederos), estiércol y residuos orgánicos. En un futuro próximo, este metano no fósil también se producirá a partir de energía solar y eólica (Power2Gas).

Desde 2014, más de la mitad de las estaciones de servicio de GNC suministraban gas 100% verde. Además, cualquier propietario de flota puede comprar certificados de gas verde en el mercado. Cada certificado representa gas verde real producido en otro lugar de los Países Bajos y éste gas renovable en el transporte por carretera está certificado y administrado por ley por el Ministerio de Economía.

El bioGNC y el GNC tienen un impuesto energético de 0,16 euros por kg, en los Países Bajos, y ningún impuesto especial. El impuesto total sobre el GNC y el gas verde es mucho menor que el de la gasolina y el gasóleo, por lo que el GNC y el gas verde son combustibles baratos. El BPM (impuesto sobre turismos y vehículos de motor en el momento de la compra) y el beneficio fiscal adicional son los mismos que para los coches de gasolina, pero más bajos que para los vehículos diésel. Los vehículos de pasajeros a GNC están gravados por el impuesto sobre vehículos de motor (MRB) de acuerdo con la tasa G3.