La Estrategia Nacional del Hidrógeno de Hungría (en adelante, la Estrategia) es una visión de futuro ambiciosa pero realista que allana el camino para el desarrollo de la economía del hidrógeno, contribuyendo así a la descarbonización del país y también creando la oportunidad para que Hungría se convierta en un actor activo en el espacio europeo del hidrógeno.

Para reducir el hidrógeno "gris", podrían estar en funcionamiento en 2030, y funcionando en 2020 las primeras plantas piloto de producción de hidrógeno sin carbono (o bajo en carbono), que se pondrán en marcha en la década de 2020. Se espera que aumente el uso de hidrógeno bajo en carbono y de hidrógeno sin carbono basado en la electrólisis. En 2050, el uso industrial del hidrógeno podría estar ampliamente descarbonizado.

El objetivo global de la Estrategia en materia de transporte es pasar a modos de transporte limpios, acelerar la transición a modos de transporte limpios, en parte mediante el uso de hidrógeno y en paralelo con una eliminación gradual del consumo de gasóleo, centrándose en los vehículos pesados de transporte de mercancías. También el reducir la huella de carbono del transporte por camión mediante el uso de hidrógeno, y la ampliación de la movilidad del hidrógeno al transporte urbano en autobús y al transporte de residuos, y por tanto infraestructura de repostaje de hidrógeno.

El precio del Hidrógeno en Hungría es de unos 4500 HUF / KG, aunque de forma limitada y con una gran escasez de puntos de suministro existentes en el país