Eslovenia ya contempla corredores de hidrógeno y ya se han elaborado directrices de infraestructura para ellos. El monto de la inversión es relativo, pero a primera vista, por supuesto, alto. Una estación de carga de hidrógeno cuesta más de un millón de euros, que es, por ejemplo, el doble que una estación de carga eléctrica ultrapotente, y en principio necesitamos más de estas en las autopistas que las estaciones de carga de hidrógeno. La estación de servicio de hidrógeno, que estaría cerca de las conexiones de la autopista central, podría contar con fondos de inversión europeos.

Entre las cuestiones estratégicas importantes, también aparece el dilema de cómo obtener hidrógeno y de dónde. La producción local es la más eficiente, ya que el posible transporte afecta al precio del hidrógeno. En la producción, Europa se esfuerza por utilizar la llamada electricidad "verde", porque solo entonces tiene sentido el hidrógeno como combustible ecológico. Al menos por ahora, también hay un camino intermedio.

La primera estación de servicio con hidrógeno comprimido de Eslovenia se encuentra en la gasolinera de Lesce. En la actualidad, el proyecto de la estación de servicio de hidrógeno tiene aún carácter de demostración, por lo que su funcionamiento tiene como principal objetivo adquirir experiencia en la construcción de la infraestructura necesaria para el suministro público de hidrógeno en el tráfico rodado. Los socios contribuyen así a establecer un entorno de aprendizaje para todo el país y crear así un marco legislativo para la ulterior construcción y expansión de nuevas tecnologías. La instalación de la estación de servicio, valorada en algo menos de medio millón de euros, está cofinanciada con fondos del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.

En Eslovenia hay actualmente

estaciones de servicio con hidrógeno a la venta