Turquía tiene previsto aumentar el número de estaciones de servicio de hidrógeno en los próximos años como parte de sus esfuerzos por reducir las emisiones de carbono y fomentar el uso de fuentes de energía renovables.

En 2021, solo había dos estaciones de hidrógeno operativas en Turquía, situadas en Estambul y Ankara, pero no estaban abiertas al público. Sin embargo, el gobierno turco ha anunciado planes para construir más estaciones de hidrógeno en todo el país, incluidas ciudades como Izmir, Bursa y Konya.

Uno de los principales proyectos de la hoja de ruta del hidrógeno en Turquía es el Proyecto H2 Anatolia, cuyo objetivo es establecer una red de estaciones de repostaje de hidrógeno a lo largo de los principales corredores de transporte del país. Este proyecto cuenta con el apoyo de la Unión Europea y se espera que conduzca a la construcción de al menos 10 nuevas estaciones de repostaje de hidrógeno para 2023.

El precio del hidrógeno producido a partir de gas natural mediante reformado con vapor de metano es de unas 4-5 liras turcas (aproximadamente 0,5-0,6 dólares) por kilogramo, un precio relativamente bajo en comparación con otros países.