4 de Mayo de 2022.

¿Hidrógeno a cualquier precio?

Un espectro recorre los medios de comunicación: debemos desarrollar la "tecnología del hidrógeno", entonces se resolverán nuestros problemas con el almacenamiento de la volátil energía "verde" solar y eólica, mientras que, como es bien sabido, en la actualidad el almacenamiento de electricidad sólo es posible de forma muy insuficiente en depósitos de agua de alta montaña y baterías de litio. En el gas hidrógeno almacenamos la energía sobrante que se acumula cuando sopla demasiado viento o brilla demasiado el sol entre las temidas "calmas oscuras". La división electrolítica del agua normal produce entonces oxígeno y el deseado hidrógeno.

Por supuesto, sólo queremos hidrógeno "verde" para no poner más en peligro el clima mundial, según la línea oficial. Es decir, no hidrógeno "gris" producido a partir de gas natural, porque eso produce mucho CO2, de modo que no es mejor -de hecho es peor- que la generación directa de electricidad, es decir, calentar el gas natural en turbinas de gas, como se hace actualmente, por ejemplo, en la central de Simmering, en Viena. Por tanto, queremos hidrógeno "verde", que se produce dividiendo el agua con electricidad "verde", es decir, electricidad procedente principalmente del viento y del sol, y posiblemente de la energía hidroeléctrica.