En América Latina, la producción de GLP es liderada por Brasil y Argentina, pese a ésto los países latinoamericanos son importadores de GLP. Al descomponer el precio del GLP pagado por el consumidor final, entre impuestos, precios en refinería y margen bruto, destaca que en todos los países de la región el margen bruto supera el 30% del precio final, destacando el 60% de Uruguay y Chile.

La mayoría de los combustibles alternativos que han luchado para competir con los convencionales hasta ahora han resultado tener un precio más caro, pero el autogás es la excepción. El coste de convertir los vehículos y la infraestructura de distribución de combustible es, en general, menor que el de otros combustibles alternativos. Y el combustible en sí es muy asequible: el precio del GLP en Latinoamerica en las estaciones de servicio suele ser inferior que el de la gasolina o el gasóleo.

El aumento de la demanda de autogás no se espera que aumente el precio del GLP en el mercado internacional en relación con la gasolina en los próximos años, dada la abundancia de suministros, incluso si la demanda de Autogas sigue aumentando