El GLP y el BioLPG desempeñarán un papel fundamental en la transición energética de Irlanda al proporcionar a las comunidades y a las empresas una alternativa de movilidad a los combustibles tradicionales con alto contenido de carbono, a un precio competitivo y sin aumentar los costes de transporte.

Al ser responsable del 20% de las emisiones irlandesas y ser el tercer sector emisor, el transporte desempeñará un papel importante en la agenda nacional de descarbonización de Irlanda, con la ambición declarada en el proyecto de NECP de Irlanda de descarbonizar el parque automovilístico nacional para 2050 y aumentar el uso de combustibles alternativos en el sector del transporte, lo que aumenta la importancia del Marco Político Nacional del Gobierno sobre la Infraestructura de Combustibles Alternativos para el transporte en Irlanda, que esboza una visión a largo plazo para el sector.

El hecho de que el GLP tenga un precio significativamente más bajo que otras alternativas de transporte y no requiera una gran inversión para ser utilizado en los vehículos significa que, desde el punto de vista económico, no tendrá rival en un futuro próximo si se quiere conseguir una descarbonización masiva.

El precio del GLP en Irlanda es aproximadamente la mitad del precio de la gasolina o el gasóleo, lo que lo convierte en una alternativa económica y ecológica a partes iguales.