A principios del siglo XXI se hizo evidente la dificultad de satisfacer la demanda energética en Hungría con combustibles fósiles. Ahora que todas las instituciones gubernamentales del país buscan alternativas, el uso del GLP como combustible alternativo para automóviles ofrece una serie de ventajas, como el ahorro económico y la posibilidad de ser más respetuoso con el medio ambiente que los combustibles tradicionales.

El parque automovilístico que circula por las carreteras húngaras está formado casi sin excepción por vehículos con motor de combustión interna; una ventaja del uso del GLP es que estos vehículos no necesitan ser transformados y es muy fácil adaptar los motores de gasolina para que funcionen con GLP.

Por supuesto, los vehículos y sus tecnologías evolucionan constantemente, pero las posibilidades son limitadas. Hay dos maneras de utilizar el GLP en su vehículo: comprando e instalando un equipo para reequipar un vehículo existente, o comprando un vehículo nuevo con un sistema de GLP ya instalado. La decisión dependerá del estado del vehículo existente y de las necesidades del propietario.

En cualquier caso, el periodo de recuperación de la inversión para instalar un equipo en un coche existente es muy corto, ya que el precio del GLP en Hungría es mucho más barato que el de otros combustibles tradicionales.