El gas licuado de petróleo (GLP) es un combustible moderno, respetuoso con el medio ambiente y con un precio de consumo muy atractivo, que el Gobierno checo lleva décadas promoviendo.

Ya en 2004, había 170.000 vehículos propulsados por GLP en la República Checa, con un consumo total de 88.000 toneladas de GLP de automoción, lo que representa el 31% del consumo total de combustible de automoción en la República Checa, debido principalmente a que el GLP tiene la mitad de precio que la gasolina, lo que, junto con la posibilidad de repostar con GLP en la amplia red de estaciones de servicio de la República Checa, ha facilitado a los automovilistas el uso de este combustible alternativo.

Con la creciente popularidad de los combustibles alternativos, el número de vehículos ya equipados para utilizar el GLP como combustible está aumentando, así como el número de vehículos adaptados para utilizar el GLP como combustible.

El precio del GLP para coches en la República Checa es asequible en comparación con otras opciones de movilidad y es la elección de una gran parte de la población checa.