Los principales productos petrolíferos que se venden a los consumidores finales son los combustibles para la movilidad, incluido el GLP de automoción. En Bélgica, el precio de cada producto petrolífero está limitado. Por lo tanto, no está permitido vender a un precio superior al precio máximo establecido.

El precio máximo se calcula según las disposiciones del acuerdo entre el Estado belga y la Federación Belga del Petróleo (BPF), que es la representante oficial de las principales empresas petroleras que operan en el refinado, la comercialización, la distribución y el almacenamiento en Bélgica. La Federación Belga del Petróleo (BPF) es la representante oficial de las principales empresas petroleras activas en los ámbitos del refinado y la distribución en Bélgica.

La Dirección General de Energía de la Economía FPS calcula los precios máximos de los productos acabados, como el GLP de automoción, de acuerdo con las disposiciones del acuerdo.

Los precios máximos del GLP fijados por el Gobierno belga para las estaciones de servicio no son necesariamente el precio de venta final que paga el consumidor final. Los vendedores de GLP suelen conceder un descuento sobre el precio máximo y los vendedores están obligados a mostrar el descuento en el precio máximo.