En los últimos años, la reorientación de la política de Japón hacia el uso de las energías renovables, incluido el GLP biológico, como principal fuente de energía se ha materializado como en el "Plan Estratégico de Energía" o la "Estrategia a Largo Plazo en el marco del Acuerdo de París" emitidos por el gobierno japonés (en lo sucesivo, "el GOJ"). Para realizar una sociedad descarbonizada, también es necesario utilizar eficazmente las fuentes de energía existentes, al tiempo que se promueve la política de energías renovables

Es un hecho innegable que el GLP es un combustible que ofrece un excelente rendimiento medioambiental y económico, y tiene un importante papel como "último recurso en caso de emergencia". Los beneficios excepcionales y ventajosos del GLP han quedado bien demostrados en el pasado en catástrofes como el Gran Terremoto del Este de Japón en 2011. Además, el GLP ya se ha establecido en el mercado japonés como una alternativa barata y fácil de usar. Además, existe una red de suministro fiable y sólida en todo Japón. Por lo tanto, se puede decir que el GLP es comparativamente superior a otras fuentes de energía desde la perspectiva de la seguridad energética japonesa.

Este punto de vista puso de manifiesto para el Gobierno de Japón la importancia de que los operadores de GLP no sólo persigan la "cantidad (volumen de ventas)", sino que también busquen la mejora de la "calidad" (como la contribución a la política medioambiental) para contribuir a la consecución de una sociedad sostenible y reforzar nuestra capacidad de respuesta ante las catástrofes. De este modo, subrayó las responsabilidades críticas y el orgullo del sector del GLP y de los agentes de la industria, y permitió a la industria perseguir una sociedad sostenible en la que el GLP sea una opción clara, no sólo desde el punto de vista medioambiental, sino también desde el económico.

Como en tantos otros países el GLP, más aún el BioLPG, se entiende como la alternativa de transporte con mejor precio en Japón y facilidad de uso.