En Australia, el E85 es poco común en comparación con las alternativas sin plomo y sin plomo premium, pero se puede encontrar más fácilmente en ciertas estaciones de servicio de United Petroleum en todo el país.

Una de las razones de la escasa popularidad del E85 a nivel local es el reducido número de vehículos disponibles que pueden utilizarlo. Según el organismo de la industria FCAI, los vehículos más recientes vendidos en Australia que pueden funcionar con E85 incluyen el Commodore VE Serie II de combustible flexible de Holden, los modelos Saab 9-3 y 9-5 Biopower, el sedán Sebring de Chrysler y ciertos modelos de Dodge. Todos estos modelos han sido eliminados, Saab ya no ofrece vehiculos y Dodge tampoco se vende aquí.

Es posible que un coche tenga una conversión del mercado de accesorios al E85, sin embargo, en la mayoría de los casos el coste de la conversión, la disminución de la economía de combustible, la disponibilidad limitada del E85 y los impactos potenciales a largo plazo en la longevidad del motor probablemente superan cualquier beneficio de la conversión. No obstante, el octanaje del E85 se compara bien incluso con el de la gasolina premium 98, lo que significa que el E85 ha encontrado su nicho como combustible de competición.

El E85 ofrece ciertas ventajas medioambientales con respecto a la gasolina pura. La más importante es que el componente de etanol tiene menos emisiones netas de CO2, ya que el CO2 emitido cuando se quema se compensa en gran medida con el CO2 absorbido durante el crecimiento de los cultivos de los que se produce. Además, los vehículos que utilizan el E85 emiten niveles más bajos de monóxido de carbono y óxido de nitrógeno, mientras que el hecho de que el etanol pueda producirse a partir de cultivos también alivia la necesidad de degradar el medio ambiente circundante mediante la perforación, como es el caso de otros combustibles fósiles.