Hoy en dia hay mas de 30 millones de coches de gas circulando por el mundo de forma que sus conductores no pierden ninguna de las comodidades de un coche tradicional y sin embargo ahorran economicamente hablando y son mas limpios ecologicamente hablando. Multitud de marcas ofrecen sus modelos con cualquiera de los gases carburantes disponibles y son cada vez mas los que los ven como una clara alternativa ecologica
Un coche de de gas de fabrica con gas, es muy sencillo de adquirir, podemos añadir la opción a nuestro coche a gasolina o bien comprarlo nuevo. A los conocidos beneficios medioambientales y de emisiones, sobre todo a partir de la clasificación de las emisiones diésel como cancerígenas, hay que sumar otros beneficios económicos y operacionales:
Un coche de gas siempre mantiene el sistema de gasolina exactamente igual que un modelo "solo gasolina", y a éste se le añade el sistema de glp autogas
El precio de compra del vehículo es similar a la del modelo equivalente "solo gasolina" y normalmente inferior al de la versión diésel
Aunque se puede establecer que funcionando en modo gas el vehículo consume un 10% más que en gasolina, el precio por litro se sitúa en, aproximadamente, la mitad con lo que el ahorro que se logra no es inferior al 30%
El rellenado desde el suministrador se realiza en un tiempo equiparable al necesario para la recarga de gasolina. Es sistema es, así mismo, muy sencillo y cómodo.
Al ser un sistema más limpio, se eliminan catalizadores, filtros, "adblues" con lo que se reduce la posibilidad de averías mecánicas. Así, por ejemplo, la vida útil del aceite se incrementa con lo que supone para el cuidado del motor
Madrid y Barcelona son las primeras en limitar el acceso de vehículos diésel, en sus normativas restrictivas los vehículos con gas tienen ventajas de acceso
El Gobierno de España, a través del Plan Movalt incentiva la adquisición de vehículos con Gass, así mismo existen muchas ventajas a nivel local como reducciones de Impuesto de Matriculaciones, IVTM,...
Hoy hay una amplia gama de fabricantes de automóviles que ofrecen modelos con gas , por una razón muy simple:
En cuanto a la seguridad, los coches de Gas obtuvieron una puntuación de 4,7 en pruebas que prueban hasta 1763 puntos críticos. Actualmente hay una amplia gama de fabricantes de automóviles que ofrecen modelos de GLP:
El mercado europeo ya incluye más de 15 millones de automóviles con gas, un mercado considerable que las grandes marcas automovilisticas no quieren perder
Las recientes polémicas declaraciones de la ministra Teresa Ribera sobre el futuro del diésel han vuelto a reactivar una cuestión muy importante: ¿qué tipo de coche me compro si tengo que cambiar mi vehículo? Porque si antes solo había dos opciones gasolina o diésel, ahora se ofrece un amplio abanico de alternativas, gas natural comprimido (GNC) o gas licuado de petróleo (GLP), pero también otras opciones como un modelo híbrido, un híbrido enchufable, un eléctrico y la opción más de futuro, la del hidrógeno que de momento es inviable en España. p> En esta ocasión, nos vamos a centrar solo en analizar si es interesante comprar un coche de gas, ya sea GNC o GLP. Ambas soluciones son bastante similares, ofrecen las mismas virtudes y también tienen limitaciones parecidas. La pregunta inicial que se planteaba era si merece la pena adquirir esta tecnología y la respuesta es sí, pero siempre que en nuestro entorno, en nuestra zona de utilización del vehículo, tengamos algún surtidor de estos combustibles. Pensar si es mejor usar GNC o GLP básicamente está en función del surtidor que tengamos más a mano, ya que ambas tecnologías ofrecen características similares. Tanto el GNC como el GLP son dos tecnologías de las denominadas bifuel, pero no son vehículos híbridos. Un híbrido es un modelo que incorpora dos motores diferentes que se pueden utilizar por separado o de manera conjunta para obtener el mejor rendimiento. En este caso solo tenemos un motor, pero que puede funcionar o bien con gasolina o bien con el gas alternativo.
Una aclaración importante es que son muy diferentes el GNC y el GLP. Y no se pueden usar combinados. Si la instalación de nuestro vehículo está hecha para GNC, solo podremos usar ese combustible o gasolina, pero en ningún caso GLP. Y al revés ocurre exactamente igual.
El GNC es un gas que existe tal cual en la naturaleza, del que hay grandes cantidades de reservas y que básicamente es la fórmula más sencilla de la química orgánica, el metano. Además, se puede obtener en grandes cantidades, el llamado biogás, a partir de las basuras, lo que convertiría a estos vehículos en cero emisiones. El GLP se trata de un líquido que incluye una mezcla de propano y butano.
En ambos casos su utilización es muy similar. El coche funciona básicamente siempre con gas y solo cuando se acaba este combustible empieza utilizar de manera automática, la gasolina. El conductor no tiene que hacer absolutamente nada. En el caso del GLP el motor arranca utilizando gasolina y al cabo de unos segundos, en cuanto coge su temperatura, comienza a usar el GLP. Ya sea con GNC o con GLP, las ventajas son muy claras: permiten una notable reducción de las emisiones: cerca de un 50% en las emisiones de CO2 con respecto al modelo de gasolina equivalente. También se reducen notablemente las de óxidos nitrosos y de partículas no quemadas que se reducen prácticamente hasta cero.
Sin duda esta es una ventaja medioambiental importante, pero otro aspecto destacado es el tener la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT) que permite a los coches que emplean gas poder entrar en el centro de las ciudades en los protocolos de alta contaminación. En concreto en la ciudad de Madrid, estos coches tienen un descuento del 50% en el aparcamiento en las zonas verde y azul. Y podrán entrar en la ciudad cuando comiencen las restricciones a partir de noviembre.