La Orden de Obligación de Combustibles Renovables para el Transporte (RTFO) en el Reino Unido fue introducida por el Departamento de Transporte (DfT) hace más de diez años para reducir las emisiones de de gases de efecto invernadero de los combustibles utilizados en el transporte por carretera y y maquinaria móvil no de carretera. La legislación exige que que los grandes proveedores de combustible del Reino Unido garanticen que el 9,75% (por energía) del combustible que suministran proceda de fuentes renovables renovables para 2020, y el 12,4% para 2032.

De acuerdo con la RTFO los proveedores de biocombustibles deben cumplir que sus carburantes reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en más de un 50% o del 60% en comparación con los combustibles fósiles, dependiendo de la edad de la planta de producción, aumentando hasta el 65% en 2021. El objetivo se basa en el ciclo de vida (Well to Wheel) de gases de efecto invernadero. Esto tiene en cuenta el cultivo de de un cultivo energético o de la recogida de residuos, la fabricación del fabricación del biocombustible, el transporte, el suministro en una de combustible (Well to Tank) y la combustión en el vehículo (Tank to Wheel).

Los proveedores de biocombustibles deben demostrar que sus materias primas y la cadena de suministro cumplen estos requisitos mediante la certificación de sistemas voluntarios de sostenibilidad como la Mesa Redonda sobre Biomateriales Sostenibles (RSB) y la Certificación Internacional de Sostenibilidad y (ISCC)

En el Reino Unido hay varias ubicaciones donde poder adquirir HVO 100, pero de momento se realiza la venta a flotas privadas sin venta general al público