La demanda de hidrógeno se ha triplicado desde 1975. En la actualidad, el suministro mundial se produce casi en su totalidad a partir de combustibles fósiles. El 6% de todo el gas natural mundial y el 2% de todo el carbón mundial se utilizan para producir hidrógeno industrial. En consecuencia, la producción de hidrógeno es responsable de la emisión de unos 830 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, lo que equivale a las emisiones de CO2 del Reino Unido y Francia juntas. Se trata de un impacto enorme para la humanidad.

A Costa Rica le interesa entrar en la producción de hidrógeno por el tamaño del negocio, pero de hidrógeno verde. Producido por energía hidroeléctrica. Esto es consecuencia de nuestra política estatal de cuidado y protección del medio ambiente. Un estudio de la consultora de recursos naturales Wood Mackenzie predice que la producción de hidrógeno verde podrá competir con el hidrógeno producido a partir de combustibles fósiles en 2030. En nuestro caso, esa realidad podría reducirse si logramos que los precios de las energías renovables bajen a unos 30 dólares por megavatio-hora (MWh).

Si examinamos la capacidad de producción de algunas centrales hidroeléctricas y su potencial proyectado: Reventazón 573,8 GWh. (capacidad para crecer hasta 60,0 GWh); Angostura 674,0 GWh; Arenal 763,6 GWh; Cachi 513,1 GWh. Total 2.584,5 GWh. En el caso de DIKIS, se prevé que sea de 3.000 GWh. Es importante señalar que el volumen de generación actual de estas plantas es de aproximadamente el 55% de su capacidad instalada.

Aumentar la capacidad de los embalses para alcanzar un nivel más eficiente nos permitiría mejorar el porcentaje de utilización de la capacidad instalada en otro 20%. En el mejor de los casos, podríamos utilizar este 20% de la capacidad instalada, es decir, 516,9 GWh para producir hidrógeno verde, lo que representaría 574,62 millones de toneladas, con un valor de 2.873 millones de dólares al año. Suficiente dinero para pagar la reingeniería para aumentar los niveles de capacidad de las centrales hidroeléctricas, la inversión para optimizar las líneas de alta tensión, la implementación de las plantas de procesamiento de Hidrógeno Verde y los muelles de carga de hidrógeno. Como punto de referencia, considere que en 2019, Costa Rica recibió alrededor de $4,5 mil millones en ingresos por turismo. El valor de la producción de hidrógeno verde exportable sería el 50% de lo que produce el turismo al año. Reiteramos con infraestructura casi toda construida y cancelada.