En 2018, Toyota anunció su intención de transformarse de una empresa de automoción a una empresa de movilidad. Bajo el entendimiento común de que todo el mundo vive en el mismo planeta, Toyota actúa desde la perspectiva del "planeta hogar", por encima de los conceptos de "ciudad natal" y "país de origen" en los que la industria del automóvil ha continuado su actividad durante mucho tiempo. La actual generación de trabajadores es la responsable de legar este hermoso hogar a la siguiente generación, como un lugar en el que se pueda vivir con tranquilidad. Bajo esta perspectiva, Toyota tiene la filosofía "centrada en el ser humano" de que la tecnología debe contribuir a la felicidad y la salud de las personas.

Toyota tiene un largo historial de iniciativas de reducción de CO2. En 1993, puso en marcha el proyecto G21, que pretendía proponer los coches que el mundo consideraría necesarios en el siglo XXI. En 1997, la empresa lanzó el primer vehículo eléctrico híbrido del mundo producido en serie, el Prius. Desde entonces, basándose en la idea de que "los vehículos ecológicos sólo tienen sentido si consiguen un uso generalizado y contribuyen a la reducción de las emisiones de CO2", o introducen vehículos sostenibles de forma práctica, Toyota se ha comprometido a establecer una línea completa de vehículos electrificados -a saber, vehículos eléctricos híbridos (HEV), vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEV), vehículos eléctricos de batería (BEV) y vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV)- y ofrecer así a sus clientes diversas opciones. Diversos factores, como el entorno de funcionamiento y la autonomía de crucero deseados por los clientes, y el estado de desarrollo de la infraestructura de recarga, difieren según el país y la región; es crucial que, en consonancia con estas variables, Toyota ofrezca trenes motrices que inspiren a los clientes a pensar "esto es fácil de usar" y "quiero conducir esto" y, como resultado, conduzca a la reducción de las emisiones de CO2.

Al establecer una línea completa de vehículos electrificados, Toyota ha avanzado en su plan de introducir 15 modelos BEV para 2025, incluyendo siete nuevos modelos BEV de la serie Toyota bZ. En su desarrollo de los BEV, Toyota ha adoptado dos enfoques distintos basados en la idea de utilizar las ventajas de los BEV, teniendo en cuenta las reducciones de CO2 del ACV.

Por otro lado, la nueva serie de BEVs de Toyota bZ adopta un enfoque "centrado en el ser humano" dirigido a un uso generalizado en regiones como China, EE.UU. y Europa, donde existe una importante demanda de BEVs, y donde hay una gran oferta de electricidad renovable. "bZ" significa "más allá de Cero", e incorpora el deseo de ofrecer a los clientes un valor que supere las meras "cero emisiones". Toyota pretende lanzar BEVs que sean bien recibidos por todos los clientes.

El desarrollo de la serie Toyota bZ se basa en plataformas dedicadas a los BEV que pueden utilizarse con múltiples variaciones en términos de tamaño y diseño. Dado que a Toyota le resulta difícil preparar una gama tan amplia de opciones por sí sola, está desarrollando la serie conjuntamente con socios que cuentan con experiencia en diversos campos. Al coordinarse con las políticas que fomentan el uso de energías renovables, Toyota espera ampliar la gama de opciones para los clientes y contribuir a una mayor reducción de las emisiones de CO2.