En Colombia, la aprobación de la Ley 391-21S es muy importante para la diversificación de la matriz energética del país, que garantizará por 10 años la implementación de un proyecto de sustitución de leña por energías limpias como el gas licuado de petróleo.

La aprobación del proyecto garantiza uno de los retos energéticos más importantes a los que se enfrenta Colombia, como es la seguridad del suministro y la continuidad del abastecimiento de gas combustible.

Esta iniciativa, que será aprobada como Ley de la República (auspiciada por los congresistas María Fernanda Cabal y Edwin Ballesteros), diversificará la canasta energética del país e incluirá el GLP entre los combustibles que el gobierno nacional considerará como parte de la transformación en la que está trabajando.

La ley también dotará al sector de la automoción de una nueva alternativa de energía limpia para garantizar una movilidad terrestre, marítima y fluvial sostenible a través de los sistemas AutoGLP y NautiGLP, cuyo uso se fomentará a través de una serie de incentivos, como el establecimiento de ratios de conversión mínimos para los motores de los vehículos que componen los sistemas de transporte público urbano, o la eliminación de topes y etiquetas para aquellos vehículos que utilicen gases de combustión.

"Esta ley es una muestra del compromiso del Congreso de la República de promover una canasta energética más limpia para los colombianos, en la que el GLP juega un papel muy importante para la calidad de vida y la salud de millones de hogares en el país", dijo Alejandro Martínez Villegas, presidente de la Asociación Colombiana de GLP - GASNOVA.