La tendencia establecida en el mercado de vehiculos pesados radica en que la única alternativa viable hoy en día a los carburantes tradicionales son los gases. Entre ellos el GLP puede tener su parte de importancia en el futuro cercano.

Tanto en motores de ciclo Otto, de gasolina / bencina / nafta, como de ciclo de Carnot, de gasoleo / gasoil / diesel, la posibilidad de usar gas licuado como carburante para camiones resulta muy interesante tanto por el ahorro económico como por las menores emisiones que provoca

Algunos fabricantes en lugar de un motor de ciclo Otto, que es la solución convencional para los vehículos de gas, tambien otros vehiculos están propulsados por motores de gas que utilizan tecnología de ciclo Diesel. Esto significa que un operador que elige el gas puede hacerlo sin comprometer la capacidad de conducción, la eficiencia del combustible o la fiabilidad.

Por regla general con un consenso no escrito, si se trata de un vehiculo de gasolina + GLP se denominará Bi-fuel, y si es uno Diesel + GLP se llamará Dual-Fuel. En ambos casos la posibilidad de utilizar el carburante tradicional se mantiene aunque sin los beneficios del uso del gas.

Añadir depósitos de GLP a los vehículos diésel, produce un ahorro de CO2 de alrededor del 20%. Y así, una empresa que recorra 120.000 km al año puede reducir las emisiones de CO2 en 18-20 toneladas.